PARROQUIA SAN SEBASTIÁN DE POZOBLANCO

lunes, 19 de enero de 2015

Reportaje fotográfico .

Celebración de la Eucaristía, centro de la vida cristiana, en honor a San Sebastián titular de nuestra Parroquia."He aquí que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo" (Mt 28, 20). Esta alentadora promesa se cumple de una manera muy especial cada vez que el Señor Jesús se hace realmente presente en medio de nosotros, bajo la apariencia de pan, en el sacramento de la Eucaristía.  


 El coro de la Parroquia bajo la mirada de la Soledad. "El que canta ora dos veces"




   Esperando las migas tostadas.  No siempre resulta fácil la convivencia y la comunión entre los hombres. Frecuentemente nos entendemos y soportamos mal. Nos molestamos mutuamente. No compartimos unos con otros lo que tenemos. Nos dañamos mutuamente y somos unos para otros fuente de tristeza o de enfermedad. Día a día es necesario recordar las palabras de San Pablo: "Sed buenos, comprensivos, perdonándonos unos a otros como Dios os perdonó en Cristo" (Ef 4, 32).


Noche bastante fría. Jesús con su Madre María y con san José son un icono familiar sencillo pero lleno de luz. Una luz que es misericordia y salvación para el mundo entero, luz de verdad para todo hombre, para la familia humana y para cada familia. Esta luz nos anima a ofrecer calor humano en aquellas situaciones familiares en las que, por diversos motivos, falta la paz, falta la armonía, falta el perdón.

No sólo de pan vive el hombre. De vez en cuando, también necesita un trago... Pedón. La frace correcta es :
"NO SOLO DE PAN VIVE EL HOMBRE, SINO DE TODA PALABRA QUE SALE DE LA BOCA DE DIOS" Mt 4,4
Debemos de recordar de que somos carne y somos espíritu, somos cuerpo y somos alma. Y que si sólo alimentamos nuestro cuerpo, nuestra carne, entonces el espíritu se debilitará y seremos presa fácil de las tentaciones, seremos presa fácil de satanás. Si al alma, al espíritu lo dejamos sin alimento, que es la Palabra de Dios, que es participar en la Santa Misa, que es participar en la Sagrada Comunión, ahí, nuestra alma, nuestro espíritu sí puede caer muy fácilmente en la tentación y con ello, perder no sólo nuestra alma, nuestro espíritu, sino también nuestra carne, nuestro cuerpo.
Además, ¿recuerdas la oración del Padre Nuestro? Ahí Jesucristo nos enseña a pedirle al Padre que está en los Cielos, no sólo el pan de cada día, sino que además, nos alimente el espíritu, nos alimente el alma, para no caer en tentación.

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