PARROQUIA SAN SEBASTIÁN DE POZOBLANCO

domingo, 30 de agosto de 2015

VIII Cata de cerveza "La Soledad"

Llega el mes de septiembre y con él una nueva edición de la cata de cervezas que organiza nuestra Hermandad desde hace algunos años, llegando en esta ocasión a su octava edición.

Se realizará los próximos días 3, 4 y 5 de septiembre en la caseta municipal de Pozoblanco, dentro del recinto ferial. Los horarios serán: jueves y viernes a partir de las 21 horas, el sábado permanecerá abierto de manera ininterrumpida desde las 13 horas.

Para esta edición se ha decidido dar también un papel importante a los grandes compañeros de la cerveza: aperitivos y pinchos. Se han preparado una serie de pinchos que a buen seguro van a deleitar a todos los asistentes, así como se van a mejorar los aperitivos tanto en la calidad de los mismos, como en la cantidad, todo ello buscando que se consiga el complemento perfecto a las cervezas que se podrán degustar.

Desde la Junta de Gobierno se invita a todos los hermanos y ciudadanos en general a participar de este evento y a disfrutar de la cerveza o refrescos y exquisitos pinchos, sin olvidar el vivir unos bonitos días de convivencia en la caseta municipal. (Hermandad de la Soledad)

Domingo XXII. Si no ves la felicidad, búscala adentro...

   En la Palabra, en los mandamientos de Dios está la clave de la vida, de la  felicidad, y la fuente de la verdadera sabiduría. La sabiduría para el buen vivir no está en nuestros instintos o en las modas o estadísticas de este mundo, sino en conocer y seguir la voluntad de Dios, que nos comunica en su Palabra  revelada. Dice el libro del Deuteronomio: “Estos mandatos son vuestra sabiduría y vuestra inteligencia a los ojos de los pueblos que, cuando tengan noticia de todos ellos, dirán: Cierto que esta gran nación es un pueblo sabio e inteligente”. Dios se ha manifestado liberando de la esclavitud. La Palabra que Dios ha dado al pueblo de  Israel es inmutable: «No añadáis nada a lo que os mando ni suprimáis  nada». Y llega a plenitud en  Jesucristo. El mandamiento de Jesús es éste: que el hombre sea humano hacia sí mismo y  hacia los demás.
“Escuchad y entended todos: Nada que entre de fuera puede hacer al hombre impuro; lo que sale de dentro es lo que hace impuro al hombre. Porque de dentro del corazón del hombre salen los malos propósitos, las fornicaciones, robos, homicidios, adulterios, codicias, injusticias, fraudes, desenfreno, envidia, difamación, orgullo, frivolidad. Todas esas maldades salen de dentro y hacen al hombre impuro”. Ya sabemos que no es multiplicando leyes y tribunales y cárceles como reformamos la sociedad o al hombre si  éste no es transforma en su interior sino cambia su corazón. Y no se trata de multiplicar vigilancia y policías y cámaras… porque, si bien mediante ello algo podría lograrse, todo quedaría en nada si los encargados de hacer cumplir esas ordenanzas no fueran a su vez honestos y constantes. La mera coacción no es suficiente para controlar todo. Si cada uno no es vigilante, señor de sí mismo, nada se consigue. Dice Santo Tomás de Aquino que las muchas leyes eran síntoma de sociedades inmorales.

Sin pureza del corazón no hay fe, no hay vida cristiana, porque esta mira precisamente a liberar al hombre de sus pasiones y del vicio, para hacerlo capaz de amar a Dios y al prójimo como Cristo nos enseñó. En realidad, el único remedio ante la corrupción y la inmoralidad es la purificación del hombre desde su interior. Lo superficial o exterior sirve de poco o de nada. La misión de la Iglesia en el anuncio del Evangelio y el hombre de buena voluntad tienen, en este sentido, un papel fundamental en la sociedad. “Las fuerzas humanas tienen un límite, por amor podemos ir más allá”.

martes, 25 de agosto de 2015

Las mejores vacaciones

Imagina que un médico está en un restaurante y alguien de los que está allí cenando sufre un infarto y el médico se niega a socorrerle porque está de vacaciones. Imagina que una madre decide no darle de comer a sus hijos o vestirlos en agosto porque ha decidido tomarse el mes de descanso. Imagina que tu mejor amigo deja de hablarte durante quince días porque dice que va a tomarse vacaciones de la amistad. Todo esto sería absurdo, ¿verdad?
Lo mismo sucede con un cristiano. Ser cristiano es una forma de vida, por lo que no tiene sentido tomarse vacaciones durante el verano. En vacaciones no hay que dejar de ir a la Eucaristía, hay que seguir rezando…Hay que seguir siendo cristiano, porque nunca se deja de serlo.
¿Da pereza? Por supuesto que sí. No hay muchas ganas de ir a misa con el calor que hace y algunos días lo último que apetece es ponerse a rezar. La vida del cristiano es una carrera continua. A veces vamos corriendo y a veces, andando. Hay temporadas en las que podemos avanzar más rápido y otras en las que vamos pasito a pasito. Y siempre con la ayuda de Jesús y de la Virgen María, porque si no fuera por ellos no habríamos ni salido de la línea de salida.
En definitiva, el verano está para disfrutarlo, para pasarlo con la familia, con los amigos, para bañarse, para salir…Y si además lo pasamos conservando la fe y los hábitos del cristiano, mucho mejor. Esas son las mejores vacaciones.


Antonio Ruiz

sábado, 22 de agosto de 2015

Domingo XXI. "Cristo amó a su Iglesia y se entregó por ella"


 Hoy tenemos el final del capítulo sexto de San Juan. Y sorprende que después de que Cristo realizara un milagro tan grande y anunciara una enseñanza tan profunda muchos de sus discípulos le abandonarán. El Señor siempre nos deja libertad.  
   Suele suceder que nuestras perspectivas sobre Jesucristo y de la fe es demasiado material y solo acudimos al Señor con el deseo de obtener algo a cambio. Jesús dice: no quiero solo daros bienes, quiero que estéis conmigo, que participéis de mi misma vida.
   Cristo se ofrece a nosotros como algo que debe ser comido, masticado, tragado, digerido… «¡Es duro este lenguaje! ¿Quién puede escucharlo?» Él todo entero, sin reserva alguna, se da a cada uno de nosotros, sin restricciones, sin límites… Este propósito de entrega plena hasta la muerte de Jesús, a los discípulos, parecía excesivo, monstruoso, para el Mesías que, más bien, debería intentar alcanzar el triunfo sobre sus enemigos y no la cruz... y, más inadmisible y escandaloso aún, el que los llamara a ellos a comerlo, a digerirlo, a seguirlo en este camino que pasa por la cruz.... Si: "Es duro este lenguaje, ¿quién puede escucharlo?"

            ¿Quién pude entender en su sano juicio que el camino de la vida sea la cruz? ¿Quién comprenderá con su razón que una enfermedad, que un sufrimiento físico o moral, que el olvido de nosotros mismo, la aceptación -aún a costa de nuestros intereses más profundos- de la voluntad de Dios, pueda ser camino de plenitud?
            No "eso yo no me lo trago", diríamos nosotros. "Es una verdad, una propuesta indigerible". No: algunos de los discípulos, también algunos “cristianos” hoy, no pueden tragar a Jesús. Desde ese momento, muchos de sus discípulos se alejaron de él y dejaron de acompañarlo”.
            Y ciertamente no basta el esfuerzo, la admiración, las buenas intenciones, las buenas costumbres para seguir a Cristo, porque tantas veces los caminos por los cuales nos lleva están más allá de nuestras fuerzas y comprensión. Nos llega a pedir cosa que no estamos dispuestos, no queremos, nos negamos, nos asustamos de dar. No: no bastan los jugos gástricos de nuestra inteligencia y de nuestra voluntad para digerir a Cristo. Es necesaria la luz que viene del Espíritu Santo, porque mediante el pan que es Jesús no se trata de sostener y transmitir vida humana, sino vida divina. "El Espíritu es el que da vida, la carne, lo humano, de nada sirve..."

          Nosotros, a pesar de que así está dicho en el Evangelio, ya no utilizamos crudamente la expresión 'comer ', 'tragar el pan', sino que hablamos de 'comulgar', “comunión”. Construir juntos, defenderse juntos, hacerse fuertes juntos, vivir juntos, establecer una unidad de vida, una 'común unidad'...

            Cristo se nos da en el pan de la Eucaristía, se nos da en la escritura, en los evangelios, en la enseñanza de los apóstoles… debemos digerir antes que nada pensando, rumiando, ordenando nuestra mente por Él y hacia Él, caminando juntos, apegándonos a Él. No: no basta con deglutir la hostia (y esto no es ninguna palabrota).
   Jesús quiere comunicarnos su vida divina, su Espíritu. Es la fe la que -superando la apariencia de pan que nos pone en contacto con el cuerpo de Cristo- nos hace “una sola carne con Cristo”.

martes, 18 de agosto de 2015

SEMANA DEL VOLUNTARIADO DE VERANO EN EL CAMF. "ALEGRAR LA VIDA NO ARREGLAR LA VIDA DE LOS DEMÁS"

   Podemos afirmar con gran alegría que el Grupo de voluntariado del CAMF coordinado desde el servicio de animación sociocultural,  está consolidado desde hace algo más de tres años y que en el último año,  se han incorporado un grupo de voluntarios/as, universitarios/as en su mayoría en espera de obtener empleo  con un nivel de calidad humana, compromiso y solidaridad que engrandece la acción voluntaria.

   Ser voluntario es ser profundamente humano. Ser voluntario es entrar en el corazón de los que  lo pasan mal, de los que sienten soledad de los que han perdido la esperanza. El voluntario trabaja mucho, si pero gratis, no gana nada, pero siendo fieles a la verdad  y a lo que los mismos voluntarios nos transmiten  sí ganan, ganan muchísimo: el sentirse útiles, la sonrisa de la persona con la que llevan su acción voluntaria, gestos de  verdadera amistad.
   Por otra parte en la acción voluntaria muchos jóvenes encuentran su vocación profesional e incluso poner en práctica conocimientos adquiridos en diferentes cualificaciones profesionales, sobre todo del campo de lo social.


   Otra sentido  importante de la acción voluntaria es el compromiso social que adquieren por el hecho de ser voluntarios,  son agentes activos y transformadores de la sociedad, colaborando con sus actuaciones en construir una sociedad más justa, igualitaria y  accesible para todos.
Desde mi puesto de Trabajadora Social, en nombre del Centro y de los residentes que viven en el mismo solo queda decir gracias por la coloración que prestan a conseguir que aumente la calidad de vida de las personas con discapacidad física ingresadas en el CAMF de Pozoblanco.

Trinidad Fernández Fernández
Trabajadora Social del C.A.M.F.
P.d. Si alguno quiere ser voluntario será muy bienvenido.


Jesús nos enseña que todas las personas, desde su concepción en el seno materno hasta su muerte natural, sea cual fuere su color, su raza, su familia, su capacidad, tiene su valor, su dignidad, su belleza, su importancia.
   Cada vez es más evidente que nuestra sociedad no es excesivamente optimista respecto al humilde, al discapacitado, al anciano, al pobre en general. La presencia de la debilidad humana, de alguna enfermedad, desconcierta y llega a ser piedra de escándalo para muchos. En estos momentos de tanta competitividad, se tiene la convicción, cada vez más arraigada, de que en esta carrera vertiginosa sólo subsistirán los más capacitados, los mejor preparados, los más sobresalientes; en definitiva: los fuertes.
Las personas que, por múltiples razones, no pueden seguir esta carrera corren el peligro de sentirse inútiles, desvalorizadas, no queridas, con la sensación de ser un peso para el resto de los demás. Este es el doloroso sentimiento y la experiencia diaria de muchas personas que se sienten débiles y frágiles entre nosotros. Pero la vida de cada uno de nosotros y de todos tiene en el proyecto amoroso de Dios un valor único, original…


   Muchas veces el corazón se endurece y apenas hay sitio para la misericordia, la ternura, el cariño. Como dice el Principito “sólo con el corazón se puede ver bien; lo esencial es invisible para los ojos”.

   Anibal Cantero
Capellan del C.A.M.F.

   

lunes, 17 de agosto de 2015

13 obstáculos en la vida cotidiana de un matrimonio

 Son muchos los obstáculos en la vida cotidiana del amor conyugal, y que rompen la unidad de la pareja. Analizamos estas dificultades, recordando que la belleza del matrimonio está justamente en el hecho de conseguir hacer vencer el amor sobre las diferencias personales de cada uno. El amor, cuando vence, suma las divergencias y genera la complementariedad armoniosa.

¿Cuáles son estos problemas?

sábado, 15 de agosto de 2015

Un año navegando...

   Hoy, Solemnidad de la Asunción de la Santísima Virgen María, se cumple el primer aniversario de nuestro blog parroquial. La primera publicación y el motivo del blog:
¿Por qué este blog?

   En general lo que podemos hacer en el proceso de evangelización, depende de nuestro empeño e imaginación y de la voluntad del Señor.

   Internet hoy en día cuenta con miles de millones de usuarios, sus mares y océanos están llenos de peces y debemos trabajar en la pesca evangelizadora para anunciar y mostrar con la Palabra y nuestra vida la belleza de la fe, de la vida cristiana. No en vano llamamos “navegar” al proceso de viajar a través de Internet…

   Bienaventurado aquel que pone sus dones a disposición de los demás.
   Lámpara es tu Palabra para mis pasos Señor, luz en mi sendero.
   Observa y descubre que gracias a cada uno la semilla va dando su fruto.
   Gracias: al que corta, pincha, cuelga en el blog; gracias al que escribe; gracias al que lee; gracias al que hace una crítica constructiva; gracias por hacer que nuestra pequeña voz se lea y escuche en el mundo de la red, en “el sexto continente”.

    Estas son nuestras cifras en un año 18.135 visitas, 112 entradas.

   Las entradas más visitadas:






















viernes, 14 de agosto de 2015

Solemnidad de la Asunción de la Santísima Virgen María

   “La virgen cuando vio que llegaba el fin de su vida terrena reunió, en Jerusalén, a todos los apóstoles que estaban repartidos por el mundo, se despidió de ellos y se durmió”.
   
   Tenemos reliquias de muchísimos santos, muy queridos y entrañables para nuestra fe (la tumba de Juan Bautista en Damasco, Siria; San Pedro, San Pablo, Santiago, San Juan en Éfeso; San Agustín en Pavia, etc.). Pero de las dos personas más importantes  para nosotros no tenemos reliquias de su cuerpo. ¿Dónde está el cuerpo de la Virge? La fe católica nos da una respuesta y dice: “La Virgen María terminado el curso de su vida terrena fue asunta a la gloria celestial en alma y cuerpo” (Pio XII 1950).

   Los cristianos siempre han creído en la Asunción de María, mucho antes de la proclamación del dogma. Si vamos a Toledo la catedral que comenzó a construirse en el siglo XII está dedicada a la Asunción de la Virgen. También como reliquia de la edad Media tenemos el misteri de Elche, una representación sacra de la dormición, Asunción y coronación  de la Virgen María, en la basílica barroca de Santa María de Elche.



¿De dónde saca la Iglesia esta certeza, que la Virgen está en cuerpo y alma en el cielo? ¿Dónde viene en la biblia? Hay que saber que la Iglesia católica no obtiene todas las certezas de las verdades de fe solo de la Escritura, no es la única fuente de la revelación, tenemos la Tradición y el Magisterio. No somos protestantes (Sola Scriptura -la sola Escritura- y Sola Fide -la sola fe-).
Pero sabiendo esto ahora si podemos ver en la escritura suficientes indicios que juntos  nos ayudan para afirmar con certeza lo que celebramos hoy: la 1ª y 2ª lectura de la Solemnidad de la Asunción de la Virgen, Ap 11,19-12,10; 1Co 15,20-27; también son muy iluminadores 1Co 15,54-57; Rm 5 y 6 (lo puedes leer tranquilamente en tu casa). La victoria de Cristo contra el diablo fue victoria sobre el pecado y la muerte. “La Virgen María estrechamente unida a su Hijo Jesucristo, primogénito entre los muertos, ha recibido anticipadamente la recompensa de los Justo” (Pablo VI).Es decir la resurrección del cuerpo. “En la victoria de Cristo es parte esencial y último trofeo la resurrección: la especial participación de María en la victoria de Cristo no podía considerarse completa sin la glorificación corporal” (Cándido Pozo, SI)

   En el plan divino, María no es mero objeto de admiración, sino que está llamada a ser modelo de imitación, de estímulo, de consuelo, de ánimo, y nos muestra cual es el destino último del cristiano. Nuestra vida, planes, amores, trabajo… tiene sentido en la medida en que no queda atrapada y encerrada en la intranscendencia. El fin ‘natural’ de la vida terrena –o el fin ‘sobrenatural’, dependiendo del sentido que demos al término– es la vida eterna. Porque de lo contrario, como decía el filósofo, «¿para qué todo si después nos espera la nada?». La Asunción de María a los Cielos nos recuerda cuál es nuestro destino, cuál es la meta a la que estamos llamados. La negación de la vida eterna no nos ha llevado a una existencia más humana y feliz, todo lo contrario ha derivado en una falta de esperanza hacia la vida presente.
   Y es que el hombre está hecho para la transcendencia, la vida con Dios, hasta el punto de que cuando perdemos esto de vista se nos presenta un vacío existencial, nuestra vida se vuelve totalmente intrascendente.

   Esta fiesta de la Virgen, también nos quiere recordar que la plenitud de la felicidad solo la podemos alcanzar en Dios. Hemos sido creados para la felicidad, pero es importante que caigamos en la cuenta que en esta vida solo la podemos alcanzar parcialmente. Un error que podemos cometer es pedirle a esta vida algo que no nos puede dar. Tenemos un deseo de felicidad pero solo encontramos, aquí, una satisfacción parcial. Hemos sido creados con ansia de eternidad de plenitud. “Señor nos has creado para ti, y nuestro corazón andará inquieto hasta que descanse en ti” (San Agustín).

   Todos estamos llamados a recibir este don que contemplamos en María. ¿Lo quieres? Pídelo a la Iglesia: es gratis. 

viernes, 7 de agosto de 2015

Domingo XIX. “Levántate, come, que el camino es superior a tus fuerzas”

   La primera lectura de este Domingo relata la huida de Elías, el gran profeta del Antiguo Testamento, porque su misión  no tiene éxito. Está al límite de sus fuerzas y, como los decepcionados de la vida, emprende el camino de lo fácil: huye. Pero Dios le sale al encuentro con pan y agua, alimento que le devuelve las fuerzas. Lo que a Elías le salva de la muerte es el pan que Dios le prepara. Hoy sigue siendo esto una realidad. También nosotros, como el profeta, en muchas ocasiones, nos encontramos al borde de las fuerzas, cansados, desanimados, desfallecidos… Nosotros, alimentados sólo con nuestros proyectos, nuestras ideas, con nuestras fuerzas y cualidades descubrimos en muchas ocasiones que perecemos en el intento de llevar a cabo nuestra misión por muy elegidos de Dios que seamos, o nuestros proyectos vemos que no se realizan. La vida nos desgasta, el camino nos suscita hambre, se hace cuesta arriba. No sirve de nada comer una vez o dos. El hambre y la sed vuelven constantemente. Hay alimentos que sólo alimentan para un momento. Lo que Dios propone a los que creen en él es un alimento que dura. Yo creo que por poca experiencia de vida cristiana que tengamos, hemos aprendido que las cosas de Dios son de Dios y no las manejamos según nuestros criterios. Lo que tenemos que hacer es acoger a Jesucristo en nuestra vida, su Persona, sus Palabras “el Evangelio”,  de manera incondicional. “Todo el que escucha lo que dice el Padre y aprende viene a mi”. No creemos en Jesucristo para hacer cosas o tranquilizar la conciencia. Creemos para tener como alimento a Dios. Todo lo demás es consecuencia de esto.

   No olvidemos esta verdad fundamental que se nos ha revelado: La Eucaristía se nos da como alimento para el camino. “Levántate, come, que el camino es superior a tus fuerzas”. El camino de la vida cristiana es superior a nuestras fuerzas. Y hemos podido sentir el cansancio y el desánimo. “Yo soy el pan vivo bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre. Y el pan que yo daré es mi carne para la vida del mundo". 

   El alimento del cuerpo es necesario, y se nos pide socorrer a los que viven en la indigencia. Pero más que nunca hay muchos contemporáneos nuestros que se mueren sumidos en una vida sin sentido, sin grandes razones para vivir porque no conocen este alimente que da vita. Jesús es la respuesta al hambre de sentido, a la desesperanza.

   Te animo a dar fe a la Palabra, y sin que ocurran cosas sorprendentes experimentaras la fuerza y la providencia de Dios.