Para animar a Cristina y a otros/as que están en puerta del "sí, quiero". Me he animado a escribir sobre las ventajas de vivir en un pueblo como Pozoblanco.
Normalmente animo a los jóvenes de la Parroquia que están pensando en casarse, que busquen trabajo en Pozoblanzo o por el Valle de los Pedroches. Claro está, que no siempre es posible... pero no está demás intentarlo y "rezarlo".
He vivido seis años en Asunción (Paraguay), casi tres años en Berlín, tres años en Alicante, cuatro años en Córdoba y llevo siete en el Valle de los Pedroches…Visto lo visto me parece un lugar ideal para hacer más fácil la vida familiar.
Razones por las que vivir en Pozoblanco -se puede decir lo mismo de otros lugares- es preferible que vivir en grandes ciudades pueden ser, entre otras:
- La vivienda y la vida en general es más barata. Gran parte de la población habita en casas unifamiliares, por lo que se evitan el gasto que supone vivir en bloques de pisos. El ahorro llega también al transporte, que puede realizarse sin ningún tipo de vehículo, con el consiguiente beneficio que esto supone para la salud: a más ejercicio, menos estrés. El ahorro también a la hora de la despensa.
- Los tomates de nuevo saben a tomate, las verduras y legumbres vuelven a ser un regalo para el paladar y la carne... ¡eso otra historia¡... El ibérico del Valle de los Pedroches es excelente. Es lo que trae consigo el privilegio de tener como vecinos a los productores, contar con tu propia huerta o la de familiares y amigos para abastecer la mesa y, a la vez, disfrutar de una afición.
- Un estudio hecho en distintas ciudades de Europa sobre el tiempo que emplean sus habitantes en llegar al trabajo mostraba que, por ejemplo, los madrileños tardan de media unos 45 minutos y los barceloneses, alrededor de 35. Los desplazamientos en una localidad como la nuestra difícilmente superan los 10 minutos. Eso significa que es posible ir a casa a comer, que si te surge un imprevisto puedes solucionarlo rápido y, sobre todo, que tienes más tiempo libre para estar con los hijos, jugar con ellos, rezar, ir la eucaristía…. Y la naturaleza a la puerta para disfrutar de ella
- Vivir en Pozoblanco sin duda, anima a realizar actividades al aire libre. Coger la bicicleta o salir a correr entre encinares o contemplando el campo; no es lo mismo que hacerlo en un carril-bici, ni salir a correr o caminar entre edificios.
- Se vive más cerca de los demás. Los pueblos dan auténtico significado a ese concepto tan urbano de la comunidad de vecinos, cuando la proximidad física se transforma en conversación y colaboración y la convivencia no se limita al hogar, ya que casi todo el mundo se conoce. Las personas son muy cercanas y amables con sus vecinos --bueno siempre hay algún lunático por ahí- con los que se puede mantener una agradable relación y, en caso de necesidad son personas muy hospitalarias, dispuestas a ayudar en cualquier momento.
- Menor contaminación: en general el nivel de contaminación al que se está expuesto es considerablemente inferior que en las ciudades.
- Pozoblanco cuenta con un gran número de servicios que proporcionan a sus habitantes mayor comodidad. Una ciudad muy abierta a la cultura, con infinidad de actividades y eventos artísticos, musicales, teatrales... jornadas, cine y conferencias ocupan gran parte de la agenda de la localidad.
Igual podemos referirnos al ámbito deportivo que se extiende desde edades muy tempranas hasta las personas ya jubiladas.
Estoy seguro que podéis alargar más la lista de razones para vivir aquí… Y también más de uno me podéis objetar las desventajas de vivir en un pueblo… Pero yo le encuentro más ventajas, especialmente pensando en las familias a la hora de educar a los hijos y trasmitirles la fe. Yo ahí lo dejo caer…
+ Anibal Cantero
Párroco
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