PARROQUIA SAN SEBASTIÁN DE POZOBLANCO

miércoles, 7 de diciembre de 2016

Mañana Vigilia de la Inmaculada. Y el que niegue el pecado original, sea cristiano o pagano, visto como va el mundo, es que está ciego...

Mañana celebraremos en la Parroquia la Vigilia de la Inmaculada, a las 19:30. Una fiesta muy importante que nos hace presente que todo es don de Dios. Decir la Inmaculada Concepción significa que María nunca tuvo pecado original, ni siquiera en el instante de su concepción; es  más no tuvo pecado alguno; por eso decimos que es la Purísima.

Es importante señalar que la preservación de todo pecado en María es obra sólo de la gracia, pues no había en María mérito alguno: la santidad concedida a María es solamente el fruto de la obra redentora de Cristo. 

Sabemos que el pecado original, aunque es cancelado por el bautismo, deja en nosotros un desorden que tiene que ser superado, deja una inclinación hacia el pecado, que tiene que ser vencida con la gracia y con nuestra libertad y trabajo. Y el que niegue el pecado original, sea cristiano o pagano, visto como va el mundo, es que está ciego.… Cualquiera puede darse cuenta de que en su interior combaten dos fuerzas antagónicas: el bien y el mal. No todo aquello que nace espontáneamente en nuestro interior, es bueno por sí mismo. Se requiere un sano y serio discernimiento de los propios pensamientos e intenciones para elegir, a la luz de Dios y de su palabra, aquello que es bueno y santo. Aquello que es verdadero. En consecuencia, la vida humana y cristiana se revela como una "lucha" contra el mal. Una lucha en la que Dios está de parte nuestra y en la que el hombre debe elegir libremente la parte de Dios. El cristiano, pues, tiene la misión de entablar este combate contra el pecado en sí mismo, pero al mismo tiempo debe luchar para que los demás no caigan en el pecado. Debe luchar para que la buena noticia de la salvación en Jesucristo, llegue a todos los hombres. El cristiano, así, se encuentra con María, en el centro de esa enemistad entre el demonio y la estirpe humana y nuestra responsabilidad no es pequeña en la historia de la salvación. 

Juan Pablo II llamó repetidas veces a España «tierra de María». La devoción mariana española se expresa sobre todo en dos fiestas que otros países católicos asumieron más tarde o con menos intensidad: la Asunción, en agosto, y la Inmaculada Concepción, cuya vigilia celebraremos mañana.

¿Y cómo abordar la conversión que la Virgen María está pidiendo de cada uno de nosotros? Lo primero a través de la confesión, naturalmente. El hombre que se confiesa, decía Chesterton, puede tener muchos años pero ha vuelto a nacer. Y sin confesión, añado yo, sigue muerto o mortecino.

Algunas preguntas y respuestas que nos ayuden a preparar y celebrar mejor esta Fiesta:

1. ¿El dogma de la Inmaculada Concepción significa que la madre de Jesús siempre fue virgen?
No, el dogma de la Inmaculada no hace referencia a la virginidad de María. Significa que María nunca tuvo pecado original, ni siquiera en el instante de su concepción.

2. ¿Por qué es fiesta en España?
Porque tanto los reyes como la Iglesia de España destacaron durante siglos en su defensa de este dogma, que no fue declarado como tal por la Santa Sede hasta el 8 de diciembre de 1858.
La fiesta ya se celebraba en todo el Imperio Español desde 1644, y en toda la Iglesia desde 1708. En atención a estos méritos, Pío IX ordenó que una columna dedicada a la Inmaculada fuera levantada en la Plaza de España de Roma. La Inmaculada es además patrona de la infantería española y de la Guardia Civil.

3. ¿La creencia en la concepción inmaculada de María nace en la Edad Media?
En absoluto. La creencia de que la Virgen nunca tuvo pecado, ni siquiera el original, existe desde los primeros siglos del cristianismo. San Ireneo de Lyon, jurista romano del siglo II, escribió refiriéndose al pecado original: "el nudo de la desobediencia de Eva quedó suelto por la obediencia de María".
Un poema de San Efrén de Siria (siglo IV) reza así: "ciertamente tú (Cristo) y tu Madre sois los únicos que habéis sido completamente hermosos, pues no tenéis defecto ni mancha alguna".
Cierto es que hubo cristianos destacados (santos incluso) que mostraron alrededor de este dogma algunas dudas de carácter teológico. Estas dudas fueron despejándose a lo largo de siglos de estudio y debate. Cuando Pío IX (1840-1878) decidió declarar el dogma, el pueblo católico ya creía en él desde mucho tiempo atrás. De hecho, práctica totalidad de los obispos se mostró a favor de la definición dogmática y ni siquiera fue necesario convocar un concilio.

4. ¿Por qué se celebra el 8 de diciembre?
Porque la Iglesia conmemora el nacimiento de la Virgen el 8 de septiembre. Para determinar la fecha en la cual fue concebida María en el seno de su madre, hay que restar 9 meses: así llegamos al 8 de diciembre.

5. ¿Cuáles son las fuentes bíblicas que apoyan el dogma?
Los teólogos citan estas fuentes:
-Lucas, 1, 28: El angel Gabriel no se dirige a María por su nombre, sino llamándola kecharitoméne, que traducimos "llena de gracia"-Génesis 3, 15: "Pongo perpetua enemistad entre ti y la mujer, entre tu descendencia y la suya"-Apocalipsis, 12, 5: "una señal apareció en el cielo: una mujer vestida de sol y la luna bajo sus pies" (tanto esa cita como la anterior explica que en muchas representaciones de María aparezca una luna y una serpiente a sus pies)-Proverbios 8, 22-33 y Siracida 24, 3-21. En su liturgia, la Iglesia aplica estos versos a la Virgen María.

6. ¿En qué otros países es también fiesta nacional?
Es feriado nacional de Argentina, Chile, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú y Portugal.

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