PARROQUIA SAN SEBASTIÁN DE POZOBLANCO

lunes, 31 de octubre de 2016

Todos los Santos: 11 mensajes en twitter del Papa Francisco sobre la santidad y los santos

Espléndidas frases del Papa Francisco en twitter sobre la santidad:
1- No nos contentemos con una vida cristiana mediocre. Caminen con decisión hacia la santidad. (7-5-2013)
2- En la vida cristiana son esenciales: la oración, la humildad, el amor a todos. Éste es el camino hacia la santidad. (16-7-2013)
3- Los santos no son superhombres. Son personas que tienen el Amor de Dios en su corazón y comunican esta alegría a los demás. (19-11-2013)
4- Santidad no consiste en hacer cosas extraordinarias, sino en hacer las ordinarias con amor y con fe. (5-12-2013)
5- Ser santos no es privilegio de unos pocos, sino una vocación para todos. (21-11-2013)
6- La santidad exige cada día la entrega con sacrificio; por eso el matrimonio es un camino para ser santos. (9-5-2014)
7- Este es el tiempo para nuevos mensajeros, más generosos, más alegres, más santos. (30-11-2015)
8- Los santos no son superhombres, ni nacieron perfectos. Cuando conocieron el amor de Dios, le siguieron, al servicio de los demás. (5-6-2016)
9- El Rosario es la oración que acompaña siempre mi vida; también es la oración de los sencillos y de los santos… es la oración de mi corazón. (7-10-2016)
10- ¡Avancemos con valentía por el camino hacia la santidad! (16-10-2016)
11- Santidad es vivir con amor y ofrecer un testimonio cristiano en las situaciones cotidianas. (19-10-2016)


Obras son amores y no buenas razones



Es impresionante lo caritativo que podemos llegar a ser en las redes sociales. En una época como la nuestra donde todo pasa y sucede a una gran velocidad, las noticias parecen llegar antes que las cosas sucedan, la solidaridad está en boca de todos pero la mayoría no llegan a hechos concretos. 
Nos hartamos de enviar mensajes por las redes sociales en contra de la violencia doméstica, pero después si los vecinos tienen una pelea fuerte no nos animamos a visitarles y hablar con ellos. Algunos son muy activos en mensajes en contra de la corrupción y los corruptos, pero son los primeros en no pagar el IVA por ahorrar algo; y no digo nada  si estoy trabajando cobrando el paro..; postear la foto de un perrito perdido, solicitar ayuda para tal o cual necesidad pero personalmente no muevo un dedo para hacer algo concreto ni suelto un duro….  Podemos caer, sin darnos cuenta, en una banalización de la caridad
 No nos acostumbremos a lavarnos las manos, tipo Poncio Pilatos. Puede ser muy ficticio el apoyo que se da al necesitado simplemente en redes sociales. Que nuestra ayuda al necesitado sea concreta y no simplemente virtual. 

Ten cuidado a ver si te va pasar como al del vídeo…. 

domingo, 30 de octubre de 2016

Ntra. Sra. del Perpetuo Socorro

   En pleno siglo XXI la Virgen María sigue haciendo pequeños y grandes milagros a todos los que se acercan a ella. No somos huérfanos.

   " Oh Madre del Perpetuo Socorro, concédeme la gracia de que pueda siempre invocar tu bellísimo nombre ya que él es el Socorro del que vive y Esperanza del que muere. María, Madre de los pequeños y olvidados, haz que tu nombre sea de hoy en adelante el aliento de mi vida. Cada vez que te llame, apresúrate a socorrerme, pues, en todas mi tentaciones, y en todas mis necesidades propongo no dejar de invocarte diciendo y repitiendo: María, Madre Mía".

   Imágenes de la Celebración de hoy en honor a la Virgen del Perpetuo Socorro:






jueves, 27 de octubre de 2016

¡Católicos, enterrar a los difuntos es una obra de misericordia!

Ha sido noticia estos días el documento de la Congregación para la Doctrina de la Fe sobre la Sepultura de los Difuntos, “Para resucitar con Cristo”.

Hacemos un pequeño resumen sobre el tema, y además estando muy cerca de la solemnidad de Todos los Santos y de la conmemoración de los Fieles Difuntos todo lo que tiene que ver con la muerte y con el trato dispensado a los muertos, no solo está relacionado con la fe cristiana, sino que tiene, obviamente, un profundo sentido antropológico.

 La Iglesia no es contraria a la incineración de los difuntos, que se ha extendido por razones higiénicas, sociales o económicas, pero recomienda, esto no es ninguna novedad, que los cuerpos de los difuntos sean sepultados en los cementerios u otros lugares sagrados, porque así se expresa más visiblemente la fe en la resurrección de la carne. Se trata de recordar el itinerario de Cristo: muerto, sepultado y resucitado de entre los muertos.

La fe de la Iglesia profesa, ante todo, la Resurrección de Cristo y, también, la resurrección de los muertos. ¿Qué significa hablar de resurrección? Significa, esencialmente, que el alma y el cuerpo, que se separan en la muerte, volverán a unirse en una existencia nueva que supera la muerte. Es decir, el hombre entero, cuerpo y alma, está destinado a vivir para siempre.
La sepultura en los cementerios o en otros lugares sagrados asegura, un “lugar” para la memoria, donde se pueda llorar, recordar y orar por los difuntos, y además, el debido respeto que merecen los cuerpos de aquellos, que han sido convertidos, por el Bautismo, en templos del Espíritu Santo. El Cristianismo es la religión de la Encarnación. En la concepción antropológica cristiana, el cuerpo no es una cárcel ni un vestido del que deba despojarse para buscar otro nuevo. El ser humano es una unidad sustancial de cuerpo y alma, de manera que la promesa de salvación de Jesucristo se dirige al hombre entero, sin excluir su corporeidad.

En caso de que ustedes decidan incinerar a sus difuntos, las cenizas deben mantenerse en un lugar sagrado  para asegurarse de que rezarán por ellos y de que tratarán con respeto sus restos mortales. Yo creo que esto no es pedir tanto… Desde siempre enterrar a los muertos ha sido y sigue siendo una “obra de misericordia”.

¿Pueden conservarse las cenizas en el hogar? La respuesta es: mejor que no; mejor, de ordinario, en un lugar sagrado.
Últimamente, más allá de la incineración, se han ido extendiendo diversas prácticas que oscurecen la fe cristiana en la resurrección de los muertos y el respeto debido a los retos mortales de los difuntos : la aventación de las cenizas en el mar o en la sierra, en la maceta de la casa, la conservación de las mismas en los hogares, la división de las cenizas entre los seres queridos, la transformación de las cenizas en recuerdos conmemorativos o piezas de joyería, (hay que ver la imaginación que tienen algunos) etc…Todo esto está totalmente fuera de lugar. Se pide el máximo respeto a los restos del difunto. Para nosotros los católicos la dignidad del cuerpo no desaparece con la muerte.

 Dice el documento de la iglesia: “En el caso de que el difunto hubiera dispuesto la cremación y la dispersión de sus cenizas en la naturaleza por razones contrarias a la fe cristiana, se han de negar las exequias (el funeral en la parroquia), de acuerdo con la norma del derecho”.
No se trata de caprichos o de un apego a ciertas formas culturales. También la forma de afrontar la muerte, personal y públicamente, expresa la novedad llena de esperanza que constituye la presencia cristiana en la sociedad. “¡Católicos, no os dejéis robar la resurrección de la carne!”, escribía hace unos años un escritor agnóstico. Pues eso, lo mismo digo… nuestro cuerpo también ha sido salvado por Cristo de la muerte eterna.

martes, 25 de octubre de 2016

Una fiesta que no tiene nada que ver con la cultura española, ni con la tradición cristiana.

Estos días una madre, de un niño de la catequesis, me comenta que este año en el colegio de su hijo no van a celebrar jalogüin sino la fiesta de Todos los Santos. Pues ya era hora, pensé… sobre todo, teniendo en cuenta que es un colegio católico. También hace unos días cayó en mis manos una carta del director de un colegio de Madrid  sobre este tema que pondré a continuación, por su interés y a ver si cunde el ejemplo…
Es lamentable el escenario de colegios llevados por gente católica y padres católicos que se dejan llevar por una mentalidad pagana y celebran esta fiesta con sus hijos y alumnos disfrazados de muertos, zombies, demonios, destripadores, y así una colección horrible y contraria de los bienes del Cielo y de la gracia, que celebramos los cristianos esas fechas.
Son muchos los padres católicos que han sucumbido a la fuerza de los intereses comerciales de una fiesta que ni tiene nada que ver con la cultura española, ni con la tradición cristiana.
También es verdad que cada vez más son los padres, que veo en la parroquia,  que han frenado, en sus casa, la oleada de esta —y algunas otras— tradiciones que no casan con nuestra idea de la muerte y la vida eterna, de la santidad y nuestra condición de hijos de Dios. Una fiesta tétrica, carente de belleza y, en nuestro país, de razón cultural.

lunes, 24 de octubre de 2016

Es tiempo de misión

Sal de tu tierra.
Este ha sido el lema del DOMUND 2016, con estas palabras y estas huellas hemos decorado este domingo nuestra parroquia porque creemos que Pozoblanco que nuestra parroquia es tierra de Misión y de misioneros que salen de su tierra, de sus comodidades, de sus esquemas,...para ser Anuncio de Palabras de Vida, de Buenas Noticias,...También en este domingo hemos sido enviados todos los agentes de pastoral y se han entregado los libros de catequesis a los padres de los niñ@s que este año confían el proceso de formación a la parroquia. Una celebración intensa,algo larga pero llena de entusiasmo, alegría por los pequeñ@s que abrían sus  ojos a la sorpresa de cada instante desde que empezaron a entrar...que chula...mira esta la hice yo,...esta es lamía porque las huellas fueron elaboradas por cada un@ durante la sesión de catequesis anterior y como preparación del DOMUND. Desde aquí queremos hacer participes a tod@s los que no pudieron estar y a través de este medio la parroquia se acerca a ell@s. Agradecer la colaboración de tantas personas implicadas en esta celebración y sus aportes desde los niñ@s elaborando las huellas hasta aquellos que animaron con los cantos. 

GRACIAS POR CELEBRAR LA VIDA QUE GENERA SALIR DE LA TIERRA Y ANUNCIAR QUE JESÚS NOS ENVÍA A LA MISIÓN. 

Esperanza (Coordinadora de la catequesis de niños)






domingo, 23 de octubre de 2016

Un cura que merece nuestro recuerdo

En la vida, el ser humano busca muchas cosas, creo, que con una sola finalidad, encontrar la felicidad. Para eso, se desvive por tener, ser, triunfar, aparentar, acaparar, por pensar en si mismo.

Yo me pregunto, ¿puede uno, llegar a ser feliz así? Basta mirar a nuestro alrededor, donde no nos falta de casi nada, y muchas veces se podría calificar a nuestra sociedad de hombres insatisfechos.

Voy a contaros, una experiencia inolvidable, de algo que me pasó, hace cuarenta y cuatro años, era yo un muchacho que acababa de cumplir poco más de diez años, era monaguillo de la parroquia de San Sebastian. Por aquel entonces, vino a nuestra parroquia un sacerdote joven, D. Juan Caballero Romero, un sacerdote que lo recuerdo con muchas ganas de trabajar, no llevaba un mes, y empezó a preocuparse de su parroquia: Restauración de la misma, así como de la vida espiritual de sus feligreses.

viernes, 21 de octubre de 2016

Presentación del libro Anotaciones (1988 - 2014), Kiko Argüello: “Desnudo mi alma de modo que un ateo que rechaza a Dios pueda pensar: ¿y si me estoy equivocando?”



Durante la presentación en la que también participaron el director de la BAC, Carlos Granados, y el catedrático de Filosofia Enrique Bonete, el cardenal Ricardo Blázquez destacó el “ardor” con el Kiko evangeliza.“Estoy convencido de que Dios nos envía mensajeros en su nombre. Hay profetas en su nombre que actúan desde la acogida de la Palabra pasada por su vida”. 

Somos don y estamos hechos para el don. Sólo a través de la propia experiencia puede constatarse que en este movimiento radica la felicidad.

Francisco y María Victoria (en la foto con otros misioneros),
 misioneros en Riga - Letonia
Este próximo domingo, 23 de octubre celebraremos la Jornada Mundial de las Misiones, más  conocida como DOMUND; una fecha para recordar a todos los misioneros españoles, pero especialmente los allegados de nuestra parroquia, amigos y hermanos nuestros. En la Eucaristía de las 12 hs. en nuestra parroquia estarán muy presentes. Además esa mañana haremos el envío de todos los que colaboran en la pastoral de San Sebastián, y entregaremos a los padres el libro de catequesis de sus hijos, para hacerles presente la misión que tienen con los hijos, de trasmitirles la fe.

Los misioneros dan a conocer el mensaje de Jesús, especialmente en aquellos lugares del mundo donde el Evangelio está en sus comienzos y la Iglesia aún no está asentada. O en lugares donde es necesario volver a empezar, como es el caso de muchos lugares de Europa.

“Sal de tu tierra” es el lema del DOMUND de este año. Y es  que el hombre es relación y no puede vivir para sí mismo. Dios le ha hecho capaz de darse, y su realidad más profunda solo aflora y se consolida en la medida en que sale hacia el otro. La falsa seguridad que nos proporciona el no movernos de nuestro ámbito, para no afrontar dificultades imprevistas ni perturbar nuestra paz, solo lleva al estancamiento. Al contrario, salir de uno mismo puede implicar riesgos y hasta fracasos y equivocaciones, pero será siempre mejor que el “moho” que crea la instalación en nuestras comodidades. Es lo que, en términos de Iglesia, y frente a la tentación de mirar hacia dentro, ha expresado el papa Francisco: Prefiero una Iglesia accidentada, herida y manchada por salir a la calle, antes que una Iglesia enferma por el encierro y la comodidad de aferrarse a las propias seguridades” (Evangelii gaudium, 49).
Don Santiago, misionero en Tierra de Fuego - Chile

Es cierto que los motivos para salir físicamente hacia otro lugar pueden ser muy variados. En unos casos, puede tratarse de un viaje gratificante, por motivos de placer, laborales o de estudios. En otros, tristemente, de un desplazamiento forzado y cargado de sufrimientos, como el de tantos inmigrantes y refugiados, expulsados de sus tierras por el hambre, las guerras, las ideologías totalitarias... Pero hay todavía otro “salir”, que, a diferencia del primero, no se centra en las posibles ventajas para quien lo realiza, sino que es un vencimiento del yo; y que, al contrario que el segundo, no viene provocado por imposiciones de otros, sino que es fruto de una radical libertad. Es el “salir” que nos enseñan los misioneros.
El estilo de vida de estos hombres y mujeres es una propuesta a contracorriente para la sociedad actual. En contraste con el individualismo que se pone de espaldas a las necesidades de los demás para centrarse en las propias —a veces, creadas—, la generosidad de los misioneros constituye una auténtica contribución social, que ayuda a ver al otro como hermano y no como enemigo. Su entrega y disponibilidad para el servicio son el contrapunto del gran pecado de la indiferencia y una muestra evidente de lo que es la Iglesia que vive las exigencias del Evangelio.
Hilario y Rut (en la foto con Don Demetrio),
misioneros en Suecia

Todo el “Octubre Misionero” es un tiempo especial para recordar que la misión es expresión de la universalidad de la Iglesia, que se preocupa también, y de manera especial, de quienes no conocen el Evangelio, en las periferias de cualquier tipo y hasta los confines del orbe. Lo que se nos pide es que no dejemos de poner nuestro grano de arena y de confiar en Aquel que puede hacer fructificar cada mínimo gesto realizado en favor de esta tarea inmensa.
 
César, misionero en Burkina Faso

Francisco Javier y Ester, misioneros en Bours - Francia
Petri, misionera en Noruega
Javier y Araceli, misioneros en San Petersburgo - Rusia
La lista puede seguir pero lo dejamos para otra entrada...

miércoles, 19 de octubre de 2016

"Dios nos ama tal y como somos, y no hay pecado, defecto o error que lo haga cambiar de idea"

C:\Users\Gloria\Desktop\fotos movil gloria\WhatsApp Images\IMG-20130810-WA0000.jpg
Somos Carmelo y Manoli y este 19 de octubre de 2016 celebramos  nuestras bodas de plata. Esta historia comenzó hace 27 años, aunque ahora hagamos 25 años de casados. Desde un principio teníamos claro que nuestro noviazgo era un camino para casarnos por la Iglesia pues, queríamos que Jesucristo formara parte de nuestro matrimonio y pudiera salir garante por él.
Ha pasado el tiempo, tenemos tres hijas y uno en el cielo. Decir que todo ha sido un camino de rosas, sería no decir la verdad. Como todo matrimonio, hemos tenido nuestras dificultades pues los dos somos muy distintos. Para llevar esta vocación hacia delante, hay que ponerse de acuerdo, hablar mucho y no siempre es posible por cuestiones de trabajo, falta de tiempo...
Como dice el papa Francisco, es importante tener presente tres palabras en el matrimonio: “Perdón, Gracias y Permiso”. Sí, hay que perdonarse; pedir perdón al otro y perdonar, no dejar que el enfado pase al día siguiente, donde la guerra fría y la indiferencia puede empezar a aparecer. También es importante el diálogo, tener en cuenta al otro en los planes que se hacen para que sean a gusto de los dos, no sólo del que lo planea. Dar las gracias, agradecer al otro tantas cosas que hace por ti, pues tantas veces lo hacemos como parte de un contrato donde hay leyes  y deberes que hay que cumplir.
A nosotros nos ayuda mucho estar en la Iglesia, el poder rezar juntos, la participación en los sacramentos y la Eucarística, el estar en una comunidad donde nos ayudan con nuestras dificultades; no es fácil querer al otro con sus defectos y quererlo tal como es, sin cambiarlo. Ceder no es perder, sino apostar por los dos, para poder seguir los dos hacia delante en este camino juntos.
Por nuestras propias fuerzas hubiese sido un fracaso y es importante no tirar la toalla cuando las cosas van mal, buscar ayuda, caerse y levantarse.

Esto y mucho más es lo que intentamos transmitir a nuestras hijas y a la gente que nos rodea. Estamos contentos de haber llegado a los 25 años de matrimonio y esperamos otros 25  más (por lo menos).
Nosotros estamos en el Camino Neocatecumenal, en la Parroquia de San Sebastián y queremos aprovechar la ocasión para haceros la siguiente invitación:

jueves, 13 de octubre de 2016

"En la trinchera todos creen en Dios porque aquí te preguntas cosas que en tu casa no te preguntas"


El páter Ángel Briz es natural de San Martín de la Vega (Madrid), a sus 36 años y cuatro de sacerdocio es capellán de la brigada de Caballería Castillejos II, de Zaragoza, que comparte destino con el regimiento valenciano Lusitania VIII en Besmayah, Irak. Aunque él lo llame Tedesmayas por el calor que pasan. Allí, el Ejército español entrena a soldados iraquíes «para combatir contra el dragón de Daesh, que es una cosa diabólica», mientras su capellán dice que «estar aquí con mi gente, y dar la vida por ellos, es la mayor gracia que Dios me ha concedido
¿Qué hace un cura español en Irak? ¿Cómo es tu día a día?
Después estar con el Señor me doy una vuelta por la base para hablar con los médicos, los de la central del agua, los de la unidad de protección… Estos días estamos sufriendo más porque la brigada Lusitania ha perdido un compañero en un accidente, Aarón Vidal, que era muy buen muchacho, así que me preocupo más por ver cómo están los ánimos. Después celebro la Eucaristía dos veces, porque hay gente de Misa diaria y gente que se ha encontrado aquí con Dios, que se ha confesado por primera vez en años, y como no todos pueden ir a la misma hora, puse dos turnos para que nadie se quede con hambre de Dios. Luego confesiones, catequesis, adoración…
¿Misa diaria? ¿Quién se encuentra con Cristo en un contexto de guerra?
El que descubre al Dios que es amor. En la trinchera todos creen en Dios porque aquí te preguntas cosas que en tu casa no te preguntas. A veces los militares dan por hecho lo que significa el sacrificio, pero la muerte te tambalea los esquemas. Cuando ves las dificultades y estás lejos de tu familia, surge la pregunta de Dios. Y ahí es donde yo les hablo de Él.
¿Cómo se habla de Dios a quien tiene que matar para que no le maten?
Les explico que en el No matarás va implícita la legítima defensa. No es como cuando hablamos de la muerte del feto en el aborto o de la eutanasia: tú tienes la obligación moral de defender tu vida de quien quiere matarte. Además, cuando defiendes a la patria, estás cumpliendo el mandamiento de honrar a tu padre y a tu madre. Les insisto en que lo importante es no abusar jamás y ser justos.
¿Y cómo se habla del perdón al enemigo?
Cuando vemos lo que pasa con el Estado Islámico cuesta mucho, porque lo que hacen no se puede razonar. Lo primero es no meter en el mismo saco a todos los musulmanes. Y lo segundo, renunciar al odio. Un día pregunté a los soldados cuál es el amor más grande, y me dijeron: «Amar al enemigo, ¿no?». Y les respondí que no, que «no hay amor más grande que dar la vida por los amigos». Si amamos al enemigo es para que se vuelva amigo. Buscamos que se convierta y viva.
¿Y eso con el ISIS se puede hacer?
Es muy difícil porque no se puede entablar diálogo. Sin embargo, si se vive el perdón al enemigo, no se odia. Es algo que nos han demostrado nuestros militares y guardias civiles cuando los asesinaba ETA.
Las madres cuidan de sus hijos cuando están en peligro. ¿La presencia de la Virgen se nota especialmente?
¡Y tanto! Aquí todo el mundo lleva pistola, menos el cura (¡gracias a Dios!). Cuando alguna vez me han dicho: «Páter, ¿cómo se va a defender si vienen los malos?». Entonces digo: «Si vienen los de Daesh, saco la ametralladora». Y saco el rosario. Nosotros tenemos las armas de la fe. Todos los soldados llevan la medida de la Virgen del Pilar o una estampa de la Virgen de los Desamparados, y lo que más importa es que el centro de todo sea estar con el Señor en la Eucaristía.
En Bagdad, a 60 kilómetros de Besmayah, hay atentados frecuentes. ¿Tiene miedo de morir?
Aquí sabemos que un accidente o un atentado nos puede matar. Pero yo dije sí a Dios; me consagré a él, y mi vida es suya. Punto. Y como creo en la resurrección de la carne y en la vida eterna, sé que la muerte no es el final. Si el cura tiene miedo a la muerte, apaga la luz y vámonos.
José Antonio Méndez (del semanario Alfa y Omega)

miércoles, 12 de octubre de 2016

12 de Octubre: El día que se celebraba en España la fiesta de Nuestra Señora del Pilar fue el mismo día en que la voz de Rodrigo de Triana dio el grito de ¡Tierra!

El día 12 de octubre une para la historia a España y a las naciones de habla hispana del mundo impresionantemente multiforme descubierto por Colón en el 1492.
Por la secular tradición, España fue evangelizada por el Apóstol Santiago, en el más bien corto espacio de tiempo entre Pentecostés y su muerte por espada mandada por el rey Herodes –el hijo de Aristóbulo y nieto de Herodes el Grande– en Jerusalén, en el año 44 de la era cristiana. Santiago el Mayor es uno de los hermanos Zebedeo, diferente del otro Santiago, hijo de Alfeo, que menciona la literatura neotestamentaria –recordado como Santiago el Menor– que gobernó la iglesia de Jerusalén hasta su muerte en el año 62 y autor de la carta canónica que lleva su nombre.
Vino, dice la misma tradición, a España –como otros fueron a Siria o a Etiopía– para poner por obra el mandato que Jesús les dio cuando marchó al Cielo, para desparramar por el mundo su doctrina y bautizar a los que creyeran y se salvaran. A pesar de ser Santiago uno de los temibles Boanarges, parece que sufrió el terror del desaliento por el escaso fruto de su actividad como predicador de la Nueva Buena salvadora. Por ello, a darle ánimos vino aún en carne mortal la Virgen María. Le animó en el mal momento y le pidió que hiciera una iglesia donde sería honrado su Hijo y Señor de todos, con la promesa de que no faltarían creyentes –eso encierra como símbolo la columna– en la dura tierra que el apóstol sembraba. Pocas cosas auguraban entonces que los descendientes de aquella pobre y terca gente pudieran disponer en el futuro de uno de los templos más visitados de la Cristiandad.
Las dificultades para aceptar como verdadera y ciertamente histórica esta tradición no han faltado ni son de poca entidad. Unas han nacido de personas que estrictamente requieren la presencia formal de aquellos elementos que postula la rama de saber que se llama Historia; otras dificultades provienen de quienes están llenos de prejuicios racionalistas que, por principio, se cierran a todo lo que tenga un presupuesto sobrenatural y convierten así sus conclusiones en un modo de saber práctico pero corto, por limitar a lo experimentable la verdad.
Solo aparecen documentos escritos en pro de la tradición aludida a partir del siglo IX. A partir de la segunda mitad del siglo IX se dispone de abundante documentación que atestigua el culto dado a Santa María en el sitio del Pilar en la Hispania celtibérica: donaciones numerosas a Santa María la Mayor de Zaragoza, bula del papa Gelasio II concediendo indulgencias para reconstruir el templo destrozado por el poder musulmán, los reyes aragoneses se ponen bajo su protección, también lo hicieron Sancho el Fuerte de Navarra, el conde Berenguer de Barcelona y un largo etcétera. ¿Es entonces invento de hombres la antigua tradición famosa? La ligereza para afirmarlo sería peligrosa sin tener en cuenta que lo que pudo escribirse también pudo quemarse cuando lo mandó hacer Diocleciano con todos los escritos cristianos de cualquier naturaleza; tampoco ha de extrañar que desaparecieran, de haber existido, con la acción destructora del tiempo (y aquí se estaría hablando del espacio de veinte siglos). También debe quedar claro que lo sobrenatural –en este caso se trataría de una traslación o de una bilocación– no ha de negarse ni afirmarse solo por el hecho subjetivo de que a alguien le parezca verosímil o inverosímil. Una cosa más. ¿Es necesario dejar por escrito como testimonio para la posteridad algo que se posee pacíficamente como verdad? Ni siquiera los archivos civiles que aseguran la referencia de la paternidad existieron desde siempre, y no por ello nacen los hijos sin padre conocido; perdón, sin padres conocidos.
El día que se celebraba en España la fiesta de Nuestra Señora del Pilar fue el mismo día en que la voz de Rodrigo de Triana dio el grito de ¡Tierra! Lo oyó el Almirante y sosegó a los hermanos Pinzón. Ponía fin aquella voz a la desesperación y al agotamiento del peregrinaje por el mar, cuando parecía a todos los expedicionarios que estaban abocados a la perdición sin remedio. La empresa, financiada desde España y mandada por el Almirante Colón, descubrió el 12 de octubre de 1492 para el mundo viejo una tierra nueva desconocida e inmensa. A la acción de gracias siguió la evangelización de sus gentes. A los indios llegó el Padrenuestro, la Salve, la lengua, la cultura, la fe en la Madre de Dios.
La fiesta vieja de España, honrando a la Virgen María del Pilar, se ensancha en Hispanidad nueva, por ser Ella la que vela por la extensión del Evangelio de su Hijo.

viernes, 7 de octubre de 2016

¡Yo rezo el rosario! ¿Hay una oración más católica que esta?

En este día de Nuestra Señora, la Virgen del Rosario recuperamos parte del testimonio de Miriam Blanco sobre el rezo del rosario.
Os animamos a rezar el rosario hoy y todos los día.
Según mi experiencia, las razones por las que todo cristiano y especialmente los jóvenes deberíamos animarnos a orar:
1. El rosario no es para nada un sin sentido ni una oración anticuada, por el contrario permite  centrarte en los misterios más importantes de la vida de Jesús y orar a María que ayuda en la vida de Fe, a entender que lo que pasa en tu vida ocurre por alguna razón y está bien hecho.
2. Por rezar, no consigues hacer magia, tu vida no será como tú deseas. No encontrarás trabajo inmediatamente ni te dolerá menos la espalda, pero empezarás a unirte más a Dios e incluso siendo una quejica como yo podrás darle gracias por todo lo que tienes aunque no lo entiendas.
3. La oración me ha permitido experimentar paz interior. Es un momento de abandono, recuerdas que pones tu vida en manos de Dios y eso tranquiliza mucho, porque si sabes que Dios lleva tu vida, ¿para qué preocuparse de lo que ocurrirá mañana?
4. De igual manera que cuidamos nuestro físico con deporte y una dieta saludable, nuestro espíritu también necesita estar fuerte. En la actualidad, el demonio está bastante atento para que los jóvenes no seamos cristianos y quitarnos la Fe, a partir del contexto donde vivimos. A mi el rezo del rosario me ayuda a estar en el combate y a decirle a Jesús que quiero seguirle.
5.  Puedes rezarlo en grupo, vivir la oración en comunidad también te permite comprobar que no estás solo, muchas veces la pereza de tener que levantarse del sofá y rezar se esfuman cuando tu amigo te escribe un mensaje para ver a qué hora te recoge para rezar.
6. Personalmente, el rosario te ayuda a dormir y descansar. Muchas noches, cuando el desasosiego y las preocupaciones del día no te dejan responsar, el rosario me ha ayudado a volver a recordar que Dios estaba conmigo y con el simple hecho de agarrarlo en mi mano me anima.
7. La oración no es tiempo perdido sino tiempo invertido. Dios no queda impasible a nuestras oraciones sino que dice: “Pedid y se os dará”, aunque también nos recuerda que todos nuestros deseos no se van a ver cumplidos porque “no sabéis pedir como os conviene”.
8. La oración del rosario te fortalece, y te ayuda a encontrar a Dios en los momentos más insospechados. Me ayuda mucho rezar el rosario cuando tengo que tomar decisiones importantes, siento que no me quedo sola ante el peligro.
Por todo esto, no me da vergüenza afirmarlo, ¡Yo rezo el rosario! Aún siendo una chica joven que me gusta disfrutar, pasarlo bien y no me siento un bicho raro por ello. Todo lo contrario, pienso que el rosario es un regalo inmenso, una oración profunda para todo aquel que se adentra en ella y que merece muchísimo la pena.
Espero que mi experiencia pueda animaros y que rezar por otras personas supone también una obra de caridad, es nuestra gran forma de intentar transformar el mundo, sabiendo que Dios lo conduce todo.

jueves, 6 de octubre de 2016

Entrevista al cardenal Rouco sobre Carmen Hernández. «Una mujer libre» que le hablaba a los obispos y al Papa «con toda claridad»

El cardenal Antonio Rouco Varela, arzobispo emérito de Madrid, ha mantenido siempre una relación estrecha con los iniciadores del Camino Neocatecumenal. Habla en esta entrevista de su coiniciadora, Carmen Hernández, fallecida el 19 de julio, a quien describe como una mujer marcada por «la Pascua»,  de «dureza exterior y corazón blandísimo»
¿Cómo fue su relación Carmen Hernández, sobre todo durante los 20 años de episcopado en Madrid y durante los años como presidente de la Conferencia Episcopal Española?
A Carmen la conocí en la JMJ del año 89, en Santiago de Compostela, en la que, como responsable del Camino, estuvo presente. Pero de verdad y de cerca la conocí a partir del comienzo de mi ministerio episcopal en Madrid, en el curso 1994-1995. Tras un primer encuentro con las comunidades de Madrid empezamos a conocernos un poco más, hablando del tema que ya estaba vivo en la preocupación de los iniciadores del Camino: la relación entre la forma eclesial del Camino y su forma canónica, para darle continuidad y una estabilidad de cara al futuro. Tuvimos nuestra primera conversación, animadísima.
Ella era una mujer muy de Iglesia, muy de haberse encontrado con Cristo en ese momento decisivo de salvación del hombre que es la Pascua, pero tampoco tenía pelos en la lengua. Hablaba con un obispo con toda claridad y a veces no coincidiendo. En eso ella fue una mujer muy libre, muy del Concilio Vaticano II. Tampoco tenía reparos en decírselo al Papa, como al Papa que tanto quería que era Juan Pablo II.
Después, ya en el proceso de elaboración de los estatutos, tuve un trato muy frecuente con los iniciadores y los itinerantes del Camino, pero con ella siempre fue un trato muy particular. Tenía sus ideas propias, también sobre que el Camino por ser un itinerario catecumenal postbautismal necesitase una formula canónica especial para que tuviese su sitio en la Iglesia del modo más fecundo posible. Ella fue acompañándonos con el carácter típico suyo y también con su personalidad de mujer cristiana y de mujer consagrada que la caracterizó siempre.
¿Cómo era Carmen?
Por un lado, era muy cariñosa y extremadamente afectuosa, pero a veces sus formas eran un poco duras, una especie de combinación de dureza exterior y corazón blandísimo, siempre al final de una gran entrega generosísima y también de una gran humildad, una gran humildad, siempre estaba dispuesta a obedecer.
¿Cómo vivió usted los últimos momentos de Carmen Hernández?
Durante estos dos últimos años la visitaba con frecuencia en su casa de Madrid. La última vez que la visité fue una semana antes de partir a la presencia del Señor. Ese día hable con Kiko en la habitación, que me dijo: «Oh, cuanto le agradezco que visite a Carmen». Le di un saludo y la bendición. Ella siempre me pedía que la bendijese y también en ocasiones le llevaba un rosario del Santo Padre. Rezaba mucho el rosario, lo rezaba mucho.
El día del fallecimiento fui a ver a Kiko después de rezar ante el cadáver de Carmen. Kiko estaba sereno pero afectado, con nostalgia por ir al cielo.
Carmen estudió y promovió el Concilio Vaticano II…
Ella era una entusiasta del Concilio. El Vaticano II era siempre su discurso de justificación del Camino. Y también su actitud de vivir su vocación de cristiana en la Iglesia y consagrada la avalaba siempre con textos y con fórmulas del Concilio. En definitiva, justificaba de una manera muy precisa lo que tenía que significar y lo que significaría el Camino: un catecumenado de adultos postbautismal. Y todo con ese gran enfoque sobre la celebración de la Pascua y ver la Iglesia viviendo constantemente la presencia actual de la Pascua del Señor, de manera específica como lo había propuesto el Camino. La Pascua era su gran tema.
¿Y de cara al futuro?
Cuando hablábamos de los estatutos, entre los obispos, cardenales y con el Papa Juan Pablo II, ya que la confección de los estatutos se desarrolla en los últimos diez años del pontificado de san Juan Pablo II, queríamos ayudar y contribuir a discernir de qué modo la iniciativa del Camino Neocatecumenal afecta a la vida de la Iglesia y a la Iglesia del futuro. Nos parecía muy importante resolver el problema de su estatuto, en cuanto a su misión y la vida pastoral de la Iglesia. Creo que, como en todas las realidades que tienen un origen carismático específico, como es el caso del Camino Neocatecumenal y de sus iniciadores, cuando el Señor escrute la historia de la Iglesia tendrá que incluir también la gran historia del Camino Neocatecumenal, que ha de integrarse dentro del gran cuerpo de la Iglesia. Por tanto el futuro está más o menos marcado ya desde el punto de vista pastoral.
 Para terminar...
Nadie iba a pensar que iba a nacer de las comunidades neocatecumenales una aportación fecunda a la Iglesia de vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada, ni que iba a inspirar la conformación de tantos misioneros unidos a las diócesis, porque son seminarios diocesanos y a la vez misioneros, y de alguna modo y por esa razón en relación estrecha con el Papa… Pero ya a finales de los años 80 la posibilidad, la oportunidad y la necesidad de esos seminarios Redemptoris Mater se vio clara. Se comenzó con la formación del seminario de Roma, de Medellín, luego Madrid, hasta llegar a los 107 seminarios Redemptoris Mater que hay ahora. Un don para la Iglesia muy grande, del que la mayor parte de la totalidad de los obispos están muy agradecidos.
Juan Ignacio Merino (Semanario Alfa y Omega)

miércoles, 5 de octubre de 2016

Un testimonio siempre nos hace ver nuestra tibieza y nos anima a tomarnos la fe en serio

Mi vida como cristiano deja mucho que desear. Ahora esto me parece evidente, pero no siempre ha sido así. No porque yo fuera un santurrón, meapilas y beato, sino por todo lo contrario. Habituado a escuchar discursos buenistas y falsamente misericordiosos, me había acostumbrado a justificar mis pecados. Los pecadores, pensaba, son esos tipos importantes de la curia y de las grandes multinacionales. A Dios no le importan mis defectillos, yo soy un buen tío. Al fin y al cabo, somos humanos y no hay que exagerar. Además, estamos en el siglo XXI y las cosas son de otra manera.
Por circunstancias que ahora no vienen al caso, empecé a leer Infocatólica y a escuchar Radio María. Poco a poco, algo fue cambiando en mi corazón y empecé a interesarme por los argumentos que, lejos de darme la razón, desmentían todas mis excusas. A finales de abril de 2013, unos días antes de que mi hija comulgase por vez primera, fui a confesarme. Lloré por mis pecados como una magdalena y salí del confesionario con un gozo que me desbordaba el corazón.
Amar la doctrina antes me parecía, como hijo de mi tiempo, complaciente, rancio y acomodaticio. Ahora sin embargo, se me antoja exigente, fresco y audaz. Querer ser santo me parecía petulante. Consideraba más razonable y humilde conformarse con ser buena persona; uno de esos tipos solidarios y enrollados que todo el mundo quiere. Qué equivocado estaba. Para ser santo hay que mendigar la gracia de Dios y hacerse pequeño porque es algo que no está en nuestras manos. Conformarse con menos es decirle a Dios que no se meta en nuestra vida, que sabemos muy bien lo que nos conviene y que vaya a engañar a otro porque nosotros vamos a seguir haciendo lo que nos dé la gana.
Yo soy un desastre con patas, así que no me queda otra que ponerme ante el Sagrario y decir: “Señor,  quieres que sea santo. Tú verás lo que haces porque yo no sé por dónde empezar”.
Por favor, no escuchéis a los que os digan que las cosas no cambian, que Dios se conforma con poco, que nos quiere acomodados. Solemos seguir la corriente a los locos, a los tontos y a los que queremos que nos dejen en paz. Si Dios no tiene por costumbre darnos la razón es porque no nos tiene por locos ni por tontos y mucho menos quiere que le dejemos en paz. Nos toma muy en serio.
Roblete

lunes, 3 de octubre de 2016

El Brujo: Empecé a experimentar, me metí en política, en el hachís, la marihuana, el amor libre, el comunismo, el ateísmo, Sartre, el existencialismo… y llegué a un callejón sin salida. Me encontré mal, busqué y me reencontré.

Rafael Álvarez, el Brujo, cordobés afincado en la capital, enamorado confeso de los místicos y «seguidor de Jesús», como él mismo se define. Su recorrido por las grandes figuras del cristianismo comenzó con su espectáculo San Francisco, el juglar de Dios,continuó por El Evangelio según san Juan –que estudió durante cuatro años– y terminó con los dos grandes doctores de la Iglesia del siglo XVI : Juan de la Cruz y Santa Teresa de Jesús. Chascarrillos, bromas y risas se intercalan con la visión más profunda de la mística.
Por su interés, y porque el sábado estará actuando en Pozoblanco, colgamos en nuestro blog esta entrevista publicada hace dos semanas en el semanario Alfa y Omega
Varios de sus espectáculos están relacionados con el cristianismo. ¿Es usted un hombre creyente?
Soy buscante y experienciante, y por lo tanto creyente. Voy a Misa los domingos porque amo a Cristo y le busco con el corazón. Sin embargo, cuando se habla de la fe en el ámbito occidental la conectamos a una serie de valores y tradiciones muy ceñidos al catolicismo. Yo me baso más en la experiencia que en la propia creencia. Lo que me interesa por ejemplo de los místicos es su universalidad, más allá de cualquier confesión religiosa o tradición cultural.
Pero tiene una obra sobre el Evangelio según san Juan.
El Evangelio de Juan y la obra sobre san Francisco las hice porque retratan lo único que tiene interés en el mundo, que es la búsqueda esencial sobre el motivo de la existencia. La respuesta está en la literatura sagrada. La forma de hallar esa respuesta yo la encuentro en san Francisco y su mística meditativa: el intelecto calla y en el silencio del corazón habla Dios.
¿Y qué respuesta encontró?
Yo tuve una etapa en mi niñez y juventud en la que prevalecía el temor a lo sagrado, el ir por un camino seguro tanto en la moral como en la existencia. Luego tuve una época de aventura en la que me perdí en la tiniebla. Cuando volví a encontrar la luz, era distinta. Ya no era la de la fe por el temor, sino la luz del conocimiento y del amor.
¿Algo concreto le devolvió a la luz?
Yo era un chico de familia católica, educado en un internado. Cuando vine a Madrid empecé a ver cosas que no había visto, a leer libros a los que no tenía acceso, a conocer gente peligrosa. Empecé a experimentar, me metí en política, en el hachís, la marihuana, el amor libre, el comunismo, el ateísmo, Sartre, el existencialismo… y llegué a un callejón sin salida. Me encontré mal, busqué y me reencontré.
Encontró el Evangelio y la mística. ¿El siglo XXI necesita más Evangelio y más mística?
Yo he seguido a Jesús durante años en mi corazón, en los libros, en lo que dicen de él los ateos, los historiadores y los teólogos… Estudié el Evangelio durante años. Leí al cardenal Martini y a Umberto Eco. Traté de indagar a fondo, pero la gente no quiere indagar, quieren que les digan cuál es el camino para no tener problemas en la vida. Pero la vida del Espíritu es la vida de la aventura.
¿Por qué eligió a santa Teresa?
Es la gran mística por excelencia. Lo que hizo de ella una mujer tan imponente en el ejercicio de las libertades, de búsqueda espiritual, es que fue nieta de un judío que enseñó a su familia la Torá. En las tradiciones judías del XVI era el padre de familia el que enseñaba a los hijos la Ley. Cuando aprendes la fe de tu padre, de una forma tan íntima, es impresionante. Una descendiente suya, Teresa de Cepeda, vino a verme a la salida del espectáculo y me dio las gracias por mostrar esta faceta.
Mezcla el humor con conceptos profundos, como el sol por dentro. Una nomenclatura compleja para un espectáculo cómico.
Si no uso el humor no me entendería ni yo mismo. Pero la risa es una puerta abierta, porque los prejuicios se aflojan y la poesía cala con más facilidad. Yo veo las caras de los espectadores cuando digo «Yo soy Teresa de Jesús. Y yo Jesús de Teresa», y veo que entienden esa dualidad. Ahí está toda la teología. Y a la gente le gusta, porque las palabras bellas entran en el corazón de la gente sencilla.