Gracias a la aceituna, la Navidad es fiesta en muchos hogares
y la provisión de juguetes de los Reyes Magos es mayor...
Cuando comamos una aceituna o cuando estemos echando un chorreón
de aceite de oliva virgen extra a nuestros alimentos pensemos: en el trabajo
que hay detrás, los días de frío, y muchos trabajando lejos de la familia en
tiempos de Navidad. Que lujo poder disfrutar de estos dones de la
naturaleza… Signos del amor de Dios hacia nosotros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario