PARROQUIA SAN SEBASTIÁN DE POZOBLANCO

jueves, 11 de mayo de 2017

Normalmente no damos la talla, pero nuestra esperanza no está puesta en nosotros

Está claro cual sera la próxima boda de esta mesa :)
Usualmente se tiene esta falsa noción de que la Iglesia es de algún modo un “museo de santos”; y cuando alguien que forma parte de ella es reconocido como pecador, crear un sentimiento de decepción, y es acusada de falsa e hipócrita…

Pero en realidad la Iglesia es y será siempre, una comunidad de personas débiles, cojos, reincidentes,  incompetentes, dejados y limitados. Como aquellos doce elegidos por Cristo. Como aquellos que sanó mientras anunciaba el Evangelio.  Es decir, somos pecadores que viven de la misericordia y la Gracia de Dios para reconstruir y sanar nuestra naturaleza herida, rota. La Iglesia de Jesucristo somos personas limitadas que reconocen sus limitaciones y piden perdón a Dios y a los hermanos con humildad, que se arrepienten de sus pecados. Por eso los que formamos parte de esta gran familia siempre rezamos diciendo: “Señor Jesucristo, Hijo de Dios, ten misericordia de mi, que soy un pecador”.

Solo en la iglesia nuestras miserias se convierten en una ocasión y un lugar para encontrarnos con el amor y la misericordia de Dios. Y la experiencia de este amor que perdona siempre, nos capacita para el bien, para amar, perdonar y nos rescata de vivir solo para nosotros mismos. Dice el Papa Francisco, la iglesia es  un “hospital para pecadores”. Es decir un lugar para ser reconstruidos, sanados del pecado.

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