¿Pastilla roja o azul?

Mejor optar por la pastilla roja y todos los días procurar, al menos durante unas horas, estar “fuera de cobertura”.

Vivir más el momento, dedicarle más tiempo a la familia, a los amigos, a la naturaleza, la oración... a lo real y concreto. Cuando estamos privados de la capacidad de asombrarnos de la realidad que nos rodea, nos quedamos sordos a lo sobrenatural, a lo Divino. Abrir los ojos a esta realidad que se impone, que no depende de mí, sino al contrario, de la que yo dependo: despierta en nuestro interior la pregunta sobre el sentido de la vida, además de gratitud y alegría.