PARROQUIA SAN SEBASTIÁN DE POZOBLANCO

sábado, 3 de junio de 2017

Para los que se casan próximamente (I)

Es muy claro. No es difícil de entender. Se necesitan pocas palabras para decirlo: Hay una diferencia entre estar enamorado y amar. No son lo mismo. Estar enamorado en un sentimiento, fuerte y estupendo. Pero eso, un sentimiento. Amar es una acción, voluntaria e intencional. Son distintas cosas.

Esto hace ver al matrimonio de una manera más completa.
Si nos fijamos bien, a la única persona que se elige en la vida es a la persona con la que uno se casa; y a la que se promete permanecer a su lado el resto de la vida, suceda lo que suceda.
Actualmente hay una escasa comprensión de lo que significa el matrimonio: una promesa, una alianza, aceptada voluntariamente de amar al otro (no una esperanza de mantener un sentimiento de enamoramiento).

El único que puede capacitarnos para amar es Jesucristo. ¿Por qué? Porque Dios es amor; porque el amor cristiano, esponsal, tiene una forma muy concreta: cruz. Y la cruz es gloriosa. 

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