PARROQUIA SAN SEBASTIÁN DE POZOBLANCO

lunes, 31 de diciembre de 2018

Fiesta de la Sagrada Familia. Celebración de la bodas de Plata y de Oro de varios matrimonios de la Parroquia.

Tenemos una Buena Noticia, un Evangelio, para todos: el matrimonio indisoluble católico. Lo que muchos desean pero no todos lo encuentran, el amor que no se acaba, existe de verdad. Es posible. Jesucristo lo hace posible y Él mismo se hace presente en el sacramento del matrimonio, para nuestra salvación y para la salvación de todos. La unión, la entrega, la fidelidad, mantener la palabra dada para toda la vida es posible y llena de felicidad el corazón de quienes lo viven.

Damos gracias a Dios por nuestra familia. La Iglesia, que es la familia de las familias, está abierta para acompañar a los matrimonios que pasan por alguna dificultad.

¡Ánimo! que a las Bodas de Oro la mayoría llegan frescos como una lechuga.



domingo, 30 de diciembre de 2018

La familia es la solución a tantos problemas. La familia tiene futuro, es el futuro de la sociedad.

Bodas de Oro de Ubaldo y Maruja.
Nuestra familia es el lugar que más apreciamos. En ella nacemos, somos amados de manera gratuita, vamos creciendo, y es el lugar donde compartimos la alegría de un éxito o los contratiempos y desgracias de la vida. La familia es la pequeña comunidad donde somos amado sin medida.

Dios es familia, es comunidad de amor. Y el plan de Dios es introducirnos en su gran familia, que es la Iglesia.

viernes, 28 de diciembre de 2018

Fiesta de Navidad en la Residencia para personas gravemente afectadas "Infanta Leonor" (El Viso)


"Descubriendo la belleza y la luz ocultas en el débil, el fuerte comienza a descubrir la belleza y la luz en su propia debilidad. Más aún, descubre la debilidad como el lugar privilegiado del amor y la comunión, el lugar privilegiado donde reside Dios". (Jean Vanier)

sábado, 22 de diciembre de 2018

Fiesta de Navidad en el Seminario.

El Seminario más que un lugar, es una experiencia "un lugar teológico". A Dios nunca se le termina de conocer totalmente. El seminario promueve, incentiva con cuantos medios sean necesarios, el deseo de conocer más y más a Cristo. 

"Señor envía obreros a tu mies".







jueves, 20 de diciembre de 2018

Nuestro árbol de Jesé.


Representa el árbol genealógico de Jesús. En ella hay personas conocidas y otras totalmente desconocidas. Hay pecadores y Santos. Una historia de pecados y de misericordia. Jesús, el Hijo de Dios, que se hace hombre para que nosotros lleguemos a ser hijo de Dios.

lunes, 17 de diciembre de 2018

Invitación para la Celebración de Noche Buena. Un niño puede cambiar el mundo.

Afinando los instrumentos para ir a Belén.
“Ha aparecido la gracia de Dios y su Amor al hombre”. Sí, su amor a ti, a mí, a todos. Eso es exactamente lo que celebramos en Navidad. No celebramos nuestros méritos o nuestras cualidades. Celebramos un Amor incondicional: que Dios es Amor, que Dios en Cristo se ha revelado como Amor y, entonces, todo en la vida tiene sentido. Tiene sentido la vida, porque es promesas de eternidad y tiene sentido la muerte, porque ya no tiene la última palabra sobre nosotros. Tiene sentido lo que hay en nosotros de miseria, de dolor, de pecado, de cruz, de heridas…Porque el amor de Dios es más grande que todos nuestros pecados, que todas nuestras heridas. 

La celebración de Noche Buena es para contemplar y adorar el amor infinito de Dios manifestado en el Niño Jesús. Esta celebración, entre otras cosas, es un modo de testimoniar públicamente nuestra fe. Este testimonio es muy necesario para nuestros contemporáneos.

La renovación comienza en el corazón de cada uno de nosotros. Puede comenzar esta noche con el don de este Niño. 

Te invitamos a que te organices para participar y enriquecerte con esta celebración. Estés donde estés. 

En nuestra Parroquia: 
Misa de Noche Buena: Lunes 24 a las 20:30 hs.
Misa de Navidad: Martes 25 a las 19:30 hs.


Parroquia San Sebastián de Pozoblanco.

P.d. comparte, para que llegue a más la invitación de ir a través de la celebración litúrgica a Belén. 

domingo, 16 de diciembre de 2018

Estad siempre alegres en el Señor, porque está en medio de nosotros, está cerca el que transformará nuestra agua en vino bueno, nuestro combate en victoria...



Nuestra generación necesita pruebas de que Cristo ha nacido en Belén, y pocas pruebas hay tan convincentes como la alegría habitual del cristiano, también cuando lleguen el dolor y las contradicciones. 

sábado, 15 de diciembre de 2018

Nos “apañamos divinamente” porque lo hacemos como Dios nos va dando a entender.

Esteban y Sofía con sus séis hijos.
¿Cómo te organizas? 
“Divinamente” (Tan bien… que ayer mi hija ha sido la única pastora de la clase de tercero de infantil…).

Mi casa es un caos. Tenemos seis hijos de: 8, 6, 5, 3, 2 años y 3 semanas de vida. Por la mañana todo son prisas: no aparecen los leotardos del uniforme, hay que convencer a la peque de que es una campeona para que se acabe el desayuno, se derrama un colacao, la sesión de peluquería va con retraso, nervios, riñas, carreras…

Después, siempre hay algo que hacer: lavadora, limpieza, compra, cocina, plancha(que suele ser la menos urgente), más lavadoras… y por supuesto, es llegar los niños y deshacer el camino andado (otra lavadora, limpieza, lavar platos, recoger de nuevo…)

¿Por la tarde?, después de descansar un pelín, extraescolares, deberes, catequesis, juegos, mucho desorden, gritos, baños…

Por eso, si me preguntan que cómo me apaño, siempre digo que soy un desastre, y que menos mal que somos dos; pero lo que yo realmente me pregunto es “¿cómo este caos funciona?”

Tener tantos hijos es mucho trabajo pero, sobre todo, es reconocer que no llego. Sentirme ‘malamadre’, descubrir que con este he metido la pata y con aquel no sé cómo hacerlo. Ser madre es mucho más que organizar montones de ropa.

Hace tiempo, leí un artículo que me cambio el chip. Siempre he pensado inconscientemente que la infancia es una preparación para la vida adulta. Por eso educamos a nuestros hijos, para que sean personas de provecho en el futuro, adultos felices, autónomos y capaces. Sin embargo, estos padres decían que “la vida cabe en una hora”, que la vida de su hija había sido plena, aunque corta.

Leer esta experiencia me hizo desear para mis hijos una vida que mereciera la pena haber sido vivida si murieran mañana. Por eso, prefiero sentarme con ellos acompañándoles en la cena que aprovechar que están controlados para recoger la cocina. En medio de nuestro follón, somos muy felices. Buscamos ratitos de convivencia para demostrarnos el amor que nos tenemos.

Nos “apañamos divinamente” porque lo hacemos como Dios nos va dando a entender (tanto en temas organizativos como educativos). Y sin lugar a dudas tenemos la mejor madrina. Rezo mucho a la Virgen diciendo “Tú fuiste madre, pasaste noches sin dormir, ayúdalo a dormir o dame paciencia”… o “tendrías que afrontar este sufrimiento de tu hijo cuando niño… ilumíname cómo yo los de los míos”. Y creo que es el mejor apoyo que como padres podemos tener.

viernes, 14 de diciembre de 2018

«La mies es abundante pero los obreros pocos. Rogad, pues, al Señor de la mies que mande trabajadores a su mies»

Con el nuevo rector del Seminario San Pelagio,
Jesús María Moriana Elvira (a la izquierda)
En el día de ayer, en nuestra reunió mensual de sacerdotes de la zona, hemos tenido la visita del Rector del Seminario San Pelagio, para recordarnos que es tarea de todos colaborar humildemente en la promoción y acompañamiento de las vocaciones. 

La vocación al sacerdocio comienza por un encuentro con el Señor. El discernimiento es necesario para descubrir la voluntad de Dios. A la luz de la oración y la reflexión com­partida, en un contexto comunitario, desde la plena li­bertad personal, y desde la recta intención por parte de todos.

«En el mundo de hoy casi parece excluido que madure una vocación sacerdotal; los jóvenes necesitan lugares en los que se viva la fe, en los que se muestre la belleza de la fe, en los que se vea que este es un modelo de vida, ‘el’ modelo de vida y, por tanto, ayudarles a encontrar un ambiente comunitario, donde realmente estén rodeados de fe, de amor a Dios, y así puedan estar abiertos a fin de que la vocación de Dios llegue y les ayude» (Benedicto XVI). Ciertamente, la situación es muy difícil, pero el Espíritu sopla donde quiere y no se puede apagar su voz.

Dice el Papa Francisco: “detrás de cada vocación al sacerdocio o a la vida consagrada, está siempre la oración intensa de alguien, de una madre, de un padre, de una comunidad...”

No dejemos de pedir que el Señor siga suscitando vocaciones al sacerdocio y la vida religiosa, en nuestra Parroquia. 

Todos los jueves, en la Parroquia, pedimos por las vocaciones. 



jueves, 13 de diciembre de 2018

Que nadie ni nada nos engañe, solo viviendo de la fuente del amor que es Dios nuestra vida encuentra su plenitud.

“Cuando la conocí tenía 16 años. Fuimos presentados en una fiesta por un tipo que decía ser mi amigo. Fue amor a primera vista: ella me enloquecía, nuestro amor llegó a un punto, que ya no conseguía vivir sin ella. Pero era un amor prohibido, mis padres no la aceptaron y fui expulsado del colegio y empezamos a encontrarnos a escondidas. Ahí no aguanté más, me volví loco. Yo la quería, pero no la tenía. Yo no podía permitir que me apartaran de ella. Destrocé el coche, rompí todo dentro de la casa y casi maté a mi hermana, estaba loco… Hoy tengo 45 años; estoy internado en un hospital, soy inútil y voy a morir abandonado por mis padres, amigos y por ella. Su nombre: Cocaína. A ella le debo mi amor, mi vida, mi destrucción y mi muerte”. ( Atribuido a Freddie Mercury)

Que Santa Lucía nos guarde la vista porque, efectivamente, hay amores que matan. 

miércoles, 12 de diciembre de 2018

Nos escribe César Fernández por Navidad, desde Uagadugú

Queridos todos:

Es Navidad. El Señor nos visita. Quiero compartir con vosotros mi experiencia de esta “visita” del Señor en este rincón de África en estos ya 37 años de vida misionera bregando por estas tierras.

La Biblia dice que son dichosos los pies del mensajero que anuncia la buena noticia. Y es así. Llevamos años recorriendo estos polvorientos caminos, bajo un sol implacable, intentando llevar la buena noticia, abriendo horizontes, animando a los que caen.

Cuanto más se mete uno en el trabajo, se ven más necesidades. Mi experiencia en estos años es que muchos de los problemas que estas personas, que estos jóvenes viven, se deben a una falta de formación. La escuela, la cultura, es fundamental en el desarrollo de un pueblo.
Me voy dando cuenta, de una forma práctica, lo que es la pobreza. No es cuestión de falta de alimento, de falta de medios económicos. No basta con dar de comer. La solución es más compleja y debe pasar por la promoción de la cultura, hay que cambiar la mentalidad. Tener dinero sin ser solidario no sirve. No basta con tener medios, hay que saber administrarlos; la buena gestión, el orden, la honradez, el amor por la verdad y la transparencia en la propia vida y en nuestras relaciones son las condiciones para una vida digna.

Y estamos en ello. Esta es la vida misionera. No es fácil. Es una lucha constante. Hay que empezar por la educación de los más pequeños, por la escuela, al mismo tiempo formar a los padres, formar educadores, crear redes de solidaridad, combatir el individualismo y la envidia que matan todo progreso.

Hay un punto de particular importancia en nuestro ambiente: la promoción de la mujer. Devolverle la dignidad. Formar a las mujeres; hacer que todas las niñas tengan acceso a la escuela. En este trabajo estamos ahora empeñados con nuestro Centro socio cultural donde 135 chicas aprenden tejido, costura y peluquería.

El nivel de cultura es muy bajo. Se hace alfabetización al mismo tiempo que aprenden su oficio. Se crean hábitos de trabajo, que a veces no existen; se provocan experiencias de solidaridad; se les inculca el gusto por la verdad, por el orden y la organización, por la buena gestión.

Muchas personas viven solo de las apariencias externas y son capaces de gastarse lo poco que tienen para “aparecer”. Esto está muy enraizado en el ambiente. Luchar contra este mundo falso de apariencias es una labor lenta, pero necesaria.

Se prepara a estas jóvenes para la vida matrimonial. Se les hace tomar conciencia de su dignidad. En fin, la labor es grande. Pero es un trabajo que merece la pena.

Al mismo tiempo pensamos en la escuela. Hay muchos niños sin escolarizar. Esto es un reto muy grande. Es urgente la escuela. Es la mejor inversión que podemos hacer. Y luego la enseñanza profesional que les permitirá acceder a un puesto de trabajo.
Estamos todos embarcados en este trabajo. Vosotros y nosotros. No dejo de dar gracias a Dios por vosotros, pues nos dais ánimo, sois solidarios. Vuestra colaboración permite que sigamos haciendo algo que merece la pena. Vosotros no lo veis, pero se está haciendo el bien.

Es así como celebramos Navidad, pues esta la manera como nos quiere el Señor: nos visita dándonos fuerza, ánimo, esperanza. Nos visita por medio de personas que son signos de su presencia.

Hoy os ha nacido un Salvador, se nos dice en la liturgia de Navidad por boca de los ángeles. Esta palabra va dirigida a los pobres y sencillos. Y esto se va haciendo realidad día tras días por vuestro deseo de compartir, por nuestro pobre esfuerzo. Por ello doy gracias al Señor y en nombre de mis compañeros os felicito.

Que paséis así una feliz Navidad. Contáis con nuestra admiración. Gracias por todo. El Señor os bendice.
Vuestro amigo misionero, César Fernández
Uagadugú, 8-12-18

martes, 11 de diciembre de 2018

Que en cada niño podamos reconocer el reflejo de la luz y la ternura de Dios.


En cada niño que viene a la familia hay un reflejo del niño de Belén. 

Que la ternura de Dios, manifestado en el niño Jesús, ablande tu corazón, te abrace, te cure, te salve.

¡FELIZ NAVIDAD!

domingo, 9 de diciembre de 2018

Dios ha querido mostrarnos, en Belén y en la cruz, su amor. No hay prueba mayor de amor que el que alguien dé la vida por ti.

Encuentro de Adviento con los más
jóvenes de la Hermandad
Empezamos la segunda semana de Adviento. Como todo tiempo de preparación y espera toca ordenar y limpiar la casa, nuestra morada interior. Se trata también de darnos cuenta de la grandeza del don que significó el Nacimiento del Mesías, de Jesús, haber recibido la visita salvadora del Señor, y también por saberlo, ser conscientes de esta gracia, una gracia que sostiene nuestra vida en todos los momentos. Los pastores que fueron a adorar al Niño recién nacido no fueron beneficiados con milagros o con dinero y, sin embargo, salieron de allí felices, porque se llevaban la certeza del amor de Dios.

Cristo quiso con su nacimiento en Belén, lo mismo que con su muerte en la cruz, demostraros fuera de toda duda, que Dios nos ama. Mirando al niño de Belén o al Crucificado, a la Virgen María, a san José, no podemos dudar del amor de Dios, porque no hay prueba mayor de amor que el que alguien dé la vida por ti y si,
además, ese alguien es el propio Dios la cosa adquiere dimensiones tan grandes que sólo se puede responder con todo el amor del que somos capaces. El cristiano, que conoce y tiene experiencia del amor de Dios, cuando sufre, cuando siente angustia lo mismo que la sienten el resto de los mortales, no se hunde, sino que “levanta la cabeza”, mira al cielo, confía en el amor de Dios y ahí encuentra su paz y su esperanza.

Esta semana podemos aprovechar para recibir el Sacramento de la Penitencia. Hacer un buen examen de conciencia, confesar los pecados y pedir perdón. También tenemos la posibilidad de compartir con los más necesitados: