Tenemos la garantía de que Dios nos ha ayudado y nos ayuda en nuestra relación. El noviazgo una etapa fundamental (III)

Pablo y Ana

Pablo y yo llevamos casi tres años y medio de noviazgo y hemos decidido poner fecha de boda: ¡nos casamos el 2 de marzo de 2019!

¿Cuántos nos habrán dicho ya que somos muy jóvenes? Pues sí, somos jóvenes... ¿Y para qué está juventud y esta  libertad sino es para usarla, disfrutarla y entregar la vida?  Pero, ¿cómo no dar el paso sabiendo que nos queremos y que Dios está con nosotros?

Porque eso lo tenemos claro, nos casamos porque tenemos la garantía de que Dios nos ha ayudado y nos ayuda en nuestra relación. Sobretodo nos ha ayudado a respetarnos y a perdonarnos siempre, sin mirar quién tiene la culpa o a quién le toca pedir perdón. En este tiempo también nos ha ayudado muchísimo el no tenernos el uno al otro idealizado, sabemos estupendamente los pecados propios y los del otro: no somos perfectos; por eso no podemos apoyarnos sólo en nosotros, necesitamos la oración, la Eucaristía, nuestra comunidad... necesitamos a Dios.

Esto es lo que queremos seguir viviendo en el matrimonio.
Así que como me ha dicho mi abuelo Carmelo: toca dar gloria a Dios.