PARROQUIA SAN SEBASTIÁN DE POZOBLANCO

viernes, 25 de noviembre de 2016

Nos escriben desde Riga (Letonia)

Nos escriben Francisco y Raquel que hace casi un mes han partido como misioneros a Riga.

Quería haber escrito una carta para despedirme y al final no lo hice. Pero os resumo: nuestros sentimientos de los últimos días en Pozoblanco fueron de agradecimiento. Nos hemos sentido muy queridos por todos. Siempre nos habéis ayudado y perdonado nuestras carencias como responsables y como hermanos. La guinda fueron las despedidas que nos hicisteis. En esos momentos estábamos muy nerviosos con los preparativos del viaje, así es que aprovecho ahora para deciros GRACIAS.
Empiezo por el viaje…y también necesito dar las gracias a Susana, Jesús, David, Esteban y Sofía y Paco y Ester; porque sin ellos no estaríamos aquí. Y a todos los demás por las oraciones, palabras de cariño y ayuda económica que hemos recibido.
El viaje fue un poco caótico. Ya os contarán los hermanos... Me di cuenta de que cuando el Señor quiere algo, por mucho que nosotros entorpezcamos las cosas, El lo lleva a cabo. Si fuera por nosotros creo que no hubiéramos salido de Madrid.
Con Susana en casa hemos vivido nuestros primeros días en la misión y por lo tanto nuestros nervios, tensiones, enfados y alegrías. Ha tenido mucha paciencia y nos ha ayudado mucho.
Esta ciudad es muy distinta a todo lo que he visto en mi vida. Sólo por el clima ya la vida cambia mucho. Por la mañana amanece a las 8 y el cielo está gris oscuro hasta las 16,30 que ya es completamente de noche. No ha parado de caer agua. Aquí o nieva o llueve (jaja) pero algo tiene que caer. Cuando llegamos el día 2 de este mes aún no había nevado nada en Riga y no se preveía que lo hiciera hasta por lo menos un mes después, pero al día siguiente comenzó a nevar y por la mañana nos despertamos con todo blanco. ¡Precioso! Y muy trabajoso cuando hay que vestir a los niños. Fran lo llama “encebollarse”. Así es que a la nieve nos hemos tenido que adaptar rápido. La casa es un regalazo. Estamos muy contentos. Aquí pasamos todo el tiempo, excepto cuando vamos a la comunidad y Fran sale a comprar. Así es que el Señor nos ha preparado un sitio estupendo. La vida social es mucho más reducida aquí, pero me doy cuenta de que cuando tengo al Señor El va llenando el vacío que se queda cuando no tienes a tus seres queridos, es decir, a vosotros y a mi familia.

Aún no tenemos el carnet letón, por lo que los niños no podrán empezar en la “guarde” hasta dentro de tres meses aproximadamente. Excepto Isabel que como el año que viene comienza el cole, si empezara pronto para poder ir aprendiendo el idioma (muy difícil por cierto).
Este año no coincide con ningún niño de la misión, por lo que os pido que recéis por ella, ya que será durillo.
Los niños están muy contentos. Hemos encontrado una babysiter letona que habla inglés con nosotros. Es muy educada y los niños están muy bien con ella.
Las celebraciones son muy distintas. Aquí el cura va en calcetines, todos estamos mirando el móvil para enterarnos, ya que se habla en italiano, español, leton, polaco e ingles. Se oye un murmullo contínuo de toda la comunidad traduciéndonos unos a otros. Es increíble pero te acabas enterando. Gracias a Dios están aquí Paco y Marivi con los que nos entendemos estupendamente y nos están ayudando mucho. En Navidad se van, pero justo el día que se van, vienen mis suegros y mi cuñada. Así es que estaremos acompañados. Todo está empezando y hace poco el obispado les cedió una sala para celebrar.
Fran y yo hemos pasado los primeros días muy mal. Discutiendo por todo. La primera celebración fue una penitencial, así es que nos vino como anillo al dedo. Y la primera eucaristía ya nos pusieron a preparar. Todo son regalos para ponernos de cara a Dios. Ahora estamos mucho mejor. Pero seguimos siendo los mismo debiluchos de siempre y necesitamos que recéis por nosotros.
La misión, es decir, salir por las plazas, aquí se hace cada domingo y dedicas todo el día en ello, ya que las distancias son muy largas y quedan muy temprano para que nos pille de día. Aunque nuestra principal misión aquí es vivir. Vivir cristianamente, como se nos está enseñando en la Iglesia.
Bueno, escribiría mucho más, pero no quiero enrollarme. Os animamos a que abráis vuestro corazón para que el Señor pueda entrar y os ayude en vuestras dificultades y problemas. Nos acordamos mucho de todos vosotros, ¡no muchísimo! Por favor, mantenednos informados de todo.

Dios siempre actúa. ¡Os queremos!
Desde Riga un abrazo y la paz de parte de toda la familia García Morales.

Envío, en la Parroquia, de Francisco y Raquel a la misión

No hay comentarios:

Publicar un comentario